El ambiente semiárido de las estepas aragonesas alberga gratas sorpresas para los naturalistas de toda Europa. Se trata de plantas muy raras en otros países y regiones, especies vivas únicas como el asprón (Boleum asperum), un discreto paleoendemismo adaptado al típico paisaje del valle del Ebro, donde las condiciones climatológicas han variado muy poco desde que esta tierra se formó geológicamente en la Era Terciaria: escasas precipitaciones que tan apenas superan los 300 mm anuales, insolación fuerte y extremo calor -de 40°C- a lo largo del verano, frío y seco viento invernal del noroeste -el llamado "Cierzo"-, y períodos anticiclónicos de densas nieblas que se aferran al fondo de los valles.
A modo de ejemplo, hay que destacar que de los 630 taxones botánicos existentes en las comarcas de Monegros, se calcula que un 8% corresponde a endemismos ibéricos dentro de los cuales existen 13 especies que son endémicas locales o exclusivas del área monegrina.
Así, entre romeros, tomillos, ontinas y sisallos, siempre en suelos de yesos, es donde aparece el asprón, esa rara planta crucífera que no pasa de una altura superior al medio metro, con flores de cuatro pétalos amarillo pálido –con venas oscuras-, y que crece en zonas de matorral donde antes hubo coscojar y pinar, y que florece en los meses de abril y mayo. Sus tallos son leñosos, y sus frutos resultan llamativos por los largos pelos blanquecinos y rígidos que los cubren. De ahí procede su nombre popular, del tacto áspero que le dan estos pelillos.
En España el asprón o asperillo sólo está presente en la depresión del Ebro, en las tres provincias aragonesas y en la de Lleida, donde la especie también está protegida. La mayor parte de las poblaciones se concentran en cuatro áreas: Caspe, barranco de la Valcuerna, Miralsot y San Valero.
Su simple aunque escasa presencia ha sido determinante para designar los hábitats de importancia prioritaria de la Unión Europea, base previa para la designación de los LIC (Lugares de Importancia Comunitaria) que conforman la Red Natura 2000. La especie está incluida en el Libro Rojo de Especies Amenazadas de la España Peninsular e Islas Baleares, así como en la revisión del Convenio de Berna.
CATEGORÍA DE AMENAZADA EN EL CATÁLOGO ARAGONÉS DE ESPECIES AMENAZADAS
De interés especial.
De interés especial.
FACTORES DE AMENAZA
Aunque las pequeñas perturbaciones no parecen afectar a la pervivencia de la especie, sí que lo hacen las alteraciones continuadas y fuertes del medio donde vive mediante grandes obras públicas como carreteras, líneas férreas, urbanización, etc.
MEDIDAS DE CONSERVACIÓN
El Departamento de Medio Ambiente analizó sus poblaciones en el marco de un proyecto LIFE de la Unión Europea para plantas amenazadas de Aragón. Se han conservado semillas en bancos de germoplasma y es una especie fácil de reproducir.
HÁBITAT
Aunque esta planta es propia de ambientes abiertos de suelos yesosos y calizos con matorral, resulta curioso que según expertos botánicos el asprón ocupa dos tipos de hábitats muy diferentes: por un lado crece en ambientes de yesos bien conservados y variados –con romerales, coscojares, tomillares y sabinar disperso-, pero también puede estar presente en zonas alteradas de forma natural o artificial por medio de erosiones, barrancos e incluso repoblaciones forestales en terrazas, pistas, taludes y cultivos abandonados.
DISTRIBUCIÓN EN ARAGÓN
Citada por Loscos y Pardo en los años 1863 y 1866, y posteriormente por el botánico alemán Willkomm en 1880 entre Caspe y Alcañiz, hoy se sabe con bastante precisión que se trata de un endemismo del centro de la Depresión del Ebro que se extiende en una zona reducida entre Aragón y Cataluña. En Aragón se encuentra principalmente por los valles de Fabara, la Sierra de Vizcuerno (Caspe y Maella), el barranco de la Valcuerna (Fraga, Peñalba, Candasnos), el valle del Cinca y proximidades de Alcañiz. Su localidad más occidental se sitúa en Osera y Monegrillo, mientras que por el norte alcanza la Muela de Terreu en Monzón.
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