Un pequeño oso pardo de cinco meses de edad ha ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de La Alfranca, en Pastriz (Zaragoza).
La Guardia Civil, en una inspección de tráfico, requisó el cachorro a unos rumanos procedentes de Hungría, quienes llevaban al animal oculto en el maletero del coche.
Posiblemente, la tenencia del oso podría formar parte de una red internacional de tráfico ilegal de especies protegidas.
El osezno recuperado por el SEPRONA se encuentra en el Centro de Recuperación para Fauna Silvestre de La Alfranca, dependiente del Departamento de Medio Ambiente. Allí está recibiendo cuidados para tratar de recuperar el estado de desnutrición y deshidratación en el que llegó, en buena parte debido al estrés acumulado por su cautiverio. El animal también presentaba unas pequeñas heridas en las patas causadas muy probablemente por sus propias mordeduras.
Se trata de un macho, de unos cinco meses. La impresión es que el animal fue separado de su madre hace poco más de una semana, por lo que durante estos días uno de los objetivos básicos de los cuidados a los que esta siendo sometido es recuperar el estado de tranquilidad y nutrición que el animal perdió al ser extraído traumáticamente del medio natural.
En la actualidad el osezno se encuentra mucho más tranquilo y estable, y se va adaptando a la alimentación sólida que se le suministra lo que ha permitido que recupere algo de peso, aunque aún le cuesta acostumbrarse al biberón.
La facilidad de aprendizaje de los osos y su fácil impronta con el hombre cuando están en cautividad, hace que los animales apartados del medio natural en los primeros meses de vida y mantenidos cautivos a esa edad no puedan reintroducirse en el medio natural.
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